El conjunto patrimonial de Monteagudo, emblema cultural y paisajístico de nuestro municipio
El entorno de Monteagudo es clave para entender cómo fuimos los murcianos del pasado y quiénes somos hoy.
Este conjunto patrimonial, que domina toda la Huerta de Murcia, no es solo un emblema cultural y paisajístico de nuestro municipio, es un foco de riqueza histórica y patrimonial único en el Mediterráneo español.
- Conjunto paisajístico
El Sitio Histórico Cabezo de Torres y Monteagudo es un entorno con múltiples edificaciones correspondientes a fortificaciones musulmanas y otros lugares de interés cultural cuyo nexo común es la huerta que los envuelve, creando un conjunto paisajístico muy especial y característico.
El Castillo de Monteagudo es el monumento más emblemático de la zona, debido a su relevancia histórica. Su ubicación, en lo alto de un promontorio, convierte sus muros de tapial en hito paisajístico, dominando la huerta que se extiende a sus pies. En su ladera se sitúa la población de Monteagudo.
En sus inmediaciones, en dirección noroeste, se sitúa el Castillejo de Monteagudo, antiguo palacio de recreo árabe y centro de una vasta almunia.
El Castillo de Larache, una fortificación carente de torres erigida en la cima de un pequeño monte cercano, presenta varias viviendas y una almazara en sus inmediaciones.
En el cerro conocido como Cabezo de Abajo, se encuentran los restos del castillo de Cabezo de Torres. La zona está muy humanizada y degradada, puesto que se edificaron viviendas anexionadas a sus muros por lo que resulta muy complicado seguir su huella, si bien algunas trazas de su estructura aún resultan visibles.
La iglesia parroquial de San Cayetano, en el núcleo urbano de Monteagudo, posee en sus inmediaciones restos ibéricos, romanos y musulmanes.
La explotación de la huerta y su mantenimiento generan una serie de infraestructuras que recorren el ámbito y van uniendo los distintos elementos anteriormente contemplados:
– Las acequias del Caracol, de Churra la Vieja y Zaraiche recorren la zona de Oeste a Este, y con sus brazales crean una vasta red de riego que se extiende por todo el área.
– La Alberca de Larache y la Cisterna del Castillejo.
– El Molino de Armero.